Menos cursos mas licencias: Preocupa la escasa Educación Vial que reciben los conductores principiantes en la Argentina

Por el Covid-19 se suspendieron los cursos de educación vial presenciales y los cursos virtuales no cumplen con la carga horaria mínima que establece la ley vigente.



Los siniestros viales generan 1.350 millones de víctimas fatales en el mundo. Siendo los hechos de tránsito una de las principales causas de muerte en jóvenes de entre 5 y 29 años en el mundo. En nuestro país, la siniestralidad vial genera mas de un millón y medio de choques, cerca de 150 mil heridos y alrededor de 5.500 víctimas fatales por año.

Como se suele comunicar, gran parte de estos siniestros de tránsito, lesionados y fallecidos se pueden evitar o reducir si se implementaran políticas de seguridad vial efectivas y a largo plazo en el país

El Estado debería garantizar la preservación de la vida de los ciudadanos a través del control y la sanción, sobre todo de aquellos que a diario se manejan con imprudencia y con falta de respeto a las normas. Pero el control y la sanción son solo una parte del accionar de Estado. Afortunadamente, existe una medida mas para combatir preventivamente el flagelo de la siniestralidad que actualmente es una deuda que el Estado y la sociedad tienen consigo misma: la educación vial.

A pesar de que en el año 2015 se sancionó la Ley Nacional 27.214 sobre Promoción de Educación Vial que establece que la misma debe impartirse obligatoriamente a lo largo de la vida de los argentinos en los niveles inicial, primario, secundario, terciarios y universitarios, el Estado hace agua en el cumplimiento efectivo de esta norma con programas y planes de seguridad vial que se pierden en el tiempo o con el cambio de cada gobierno. El Estado debe educar a la población para que no perezca, provoque la muerte o lesione a otros en la vía publica.

Por consiguiente, como lo enmarca la Ley Nacional de Tránsito 24.449 aquellos aspirantes a tramitar su licencia de conducir por primera vez deben realizar un curso de capacitación obligatorio y mínimo de 5 horas sobre legislación y conductas viales y; para aquellos futuros conductores profesionales una capacitación mínima de 30 horas para la obtención de la licencia profesional.

Aunque la realidad muestra que son muy pocas las provincias y municipios que llevan adelante estas capacitaciones de forma periódica y permanente. Muchos municipios realizan esta tarea con la seriedad que merece la problemática. Mientras que otros presionados por los familiares de las víctimas a duras penas y a regañadientes dictan los cursos por cumplir y, en otros ni siquiera existen y las licencias se tramitan sin ninguna capacitación previa. Lo que muestra la amplia gama y calidad de conductores que tiene la Argentina.

El año pasado, debido al Covid 19, el Estado Nacional, las provincias y la Ciudad de Buenos Aires, prorrogaron los vencimientos de las licencias de conducir (DNU-2021-1.GCBA-AJG). El otorgamiento de licencias a conductores novatos estuvo suspendido por lo menos hasta el último trimestre del año pasado. Tras la reapertura de muchos Centros de Emisión, existe una gran demanda de personas interesadas en tramitar su licencia por primera vez e incluso se suman muchas personas que en algún momento tuvieron licencia y ahora quieren volver a tramitarla. Esto se debe principalmente a que, muchas personas por el contexto pandémico no utilizan el transporte público, por considerarlo uno de los focos de contagio o no pueden hacer uso ya que no son “personal esencial”. En otros casos, necesitan la licencia de conducir para trabajar con sus vehículos por el aumento del desempleo. 

Lo cierto es que, cada vez mas ciudadanos quieren conducir y algunos municipios se ven presionados para cubrir la demanda. 

Acertadamente, por el contexto del Covid los cursos de educación vial que se dictaban de forma presencial dejaron de impartirse , pero la mayoria de los municipios del país siguen emitiendo licencias de conducir sin exigir siquiera la realización del Curso Nacional de Educación Vial Digital que desde hace años posee la Agencia Nacional de Seguridad Vial en su plataforma Web (https://curso.seguridadvial.gob.ar/ansv/). 



Son muy pocas las jurisdicciones que han podido volcarse a la virtualidad para continuar con la capacitación de los futuros conductores, pero en muchos casos no se cumplen con las horas de capacitación mínima que establece la legislación.

Tal es así, el caso de la Ciudad de Buenos Aires que hasta principios de 2020 dictaba cursos presenciales de hasta 6 horas dividido en 2 dos días para garantizar el cumplimiento de la normativa y brindar a los conductores noveles cierto grado de capacitación vial. Pero por el Covid y las devenidas restricciones suspendió la presencialidad en los cursos. 

En este último tiempo, tras la reapertura de la Dirección General de Habilitación de las Licencias en el ámbito de la Ciudad, esta amplió su horario de atención e incluso brinda mas turnos siendo unos de las jurisdicciones que se pudo volcar y adaptar rápidamente a la capacitación virtual, pero alarmantemente recortó la carga horaria de los cursos viales que pasaron de seis (6) horas a tan solo dos (2) horas de capacitación con tal de cumplir con la alta demanda trámites de licencias por parte de los porteñosAunque los exámenes teóricos, prácticos y evaluaciones psicofísicas se mantienen la preocupación de los especialistas en seguridad vial y de los familiares de víctimas genera las siguientes interrogantes:

¿Es correcto sacrificar la poca educación vial que reciben los conductores con tal de “entregar” licencias para cumplir con la demanda?

¿Por qué no se toman medidas para cumplir y garantizar con las horas de cursada que establece la ley?

Está bien que quieran cumplir con la demanda del publico, pero ¿se considera en la “calidad” de conductores que están saliendo a la calle con tan solo dos horas de capacitación?

¿Qué puede aprender una persona en dos horas de capacitación frente a toda una vida de manejo?

¿Qué consecuencias traerá en el corto y largo esta carencia de educación vial en el aumento de la siniestralidad?

Esperamos que esta carta sea un llamado de atención a nuestros gobernantes y representantes para que reflexionen sobre las decisiones que toman. Les recordamos que la licencia de conducir no es un derecho, es una habilitación que otorga el Estado a los ciudadanos siempre y cuando se cumplan con todos los requisitos establecidos por la legislación para obtenerla. 

Recortar el horario de capacitación de los futuros conductores para agilizar el tramite no es un beneficio, ¡es perjudicial!

Esperamos comprendan que la “presión política” para cumplir con la demanda o recaudar mas no debe ser una excusa para sacrificar la escaza educación vial que de por sí ya reciben los conductores en la Argentina y que, como consecuencia de ello, a diario mueren cerca de 20 personas por día y más 5500 por año en todo el país. 

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